En los últimos cien años más o menos, hemos perdido algo vital para nuestra salud y bienestar: nuestra conexión eléctrica a la Tierra. Con la llegada de los zapatos aislantes con goma y suela de plástico, y colchones en casas aisladas, pasamos nuestros días y noches desconectados de la Tierra.

Uno sólo tiene que caminar descalzo en la hierba o en una playa por un tiempo para sentir los beneficios de la recuperación de esta conexión, y sin embargo, en nuestra vida moderna no siempre es práctico hacerlo. Hay una razón muy física y científicamente verificable por la qué nos sentimos mejor cuando hacemos esto:

La Tierra es un depósito masivo de electrones libres con carga negativa. Sin una conexión a este depósito, las células de nuestro cuerpo son incapaces de equilibrar la carga positiva que resulta de cosas como los radicales libres deficientes en electrones. El efecto de exceso de carga positiva en la sangre se puede ver muy claramente por la forma en que las células son atraídas a agruparse.

Hay varias cosas que podemos hacer para equilibrar esta deficiencia de electrones, tales como alimentos ricos en nutrientes y beber agua pura. Pero lo que ha sido pasado por alto, en gran parte hasta hace poco, es estar recibiendo electrones libres de la Tierra.

Es una cosa tan simple y sin embargo, el efecto puede ser tan profundo. En nuestra vida moderna no siempre podemos estar fuera, al aire libre y con los pies descalzos, por lo que los productos ofrecidos en este sitio web han sido diseñados para proporcionar esta conexión eléctrica a la Tierra de una manera conveniente y práctica.

LOS CAMPOS ELECTROMAGNÉTICOS

Hay otro efecto de la conexión a la tierra, que es especialmente relevante en nuestro moderno mundo eléctrico. Nuestro entorno está lleno de un amplio espectro de la radiación electromagnética, desde ordenadores, teléfonos móviles y antenas, emisiones de radio y TV, Wi-Fi, Bluetooth, líneas eléctricas, el cableado interno, y otros aparatos eléctricos.

Esta radiación electromagnética induce tensiones en nuestro cuerpo, lo que altera los billones de comunicaciones eléctricas sutiles que son una parte vital de la función de los sistemas de nuestro cuerpo. Al estar conectados a tierra reducimos, en gran medida, los niveles de esas tensiones inducidas.

Somos seres eléctricos, que viven en un planeta eléctrico, y nuestra conexión es vital para nuestra salud y bienestar.

«¿Por qué necesitamos electrones»

Cada reacción química y todo lo que sucede en el cuerpo implica algún tipo de cambio en la distribución de los electrones. Los electrones pueden moverse en respuesta a la corriente eléctrica, a la luz, al sonido, a las fuerzas magnéticas. Todo depende de la naturaleza de las sustancias a las que los electrones están asociados.

La vida moderna tiende a causar una acumulación en exceso de carga positiva. Diversas sustancias en el cuerpo por lo tanto, están compitiendo por los electrones, provocando reacciones químicas que no son necesariamente útiles para nuestro bienestar. Varios estudios indican que el exceso de carga positiva se asocia con la inflamación. Por lo tanto, si podemos encontrar la manera de neutralizar el exceso de carga positiva, ciertas reacciones químicas son menos probable que ocurran. Esto es similar al efecto que tienen los antioxidantes.

Necesidades eléctricas del cuerpo

La naturaleza eléctrica del cuerpo es reconocida por la mayoría de los atletas, ya que las bebidas deportivas se consumen con «electrolitos» y también se utilizan diversos dispositivos eléctricos para acelerar la curación. Ellos son ahora también conscientes de los beneficios del acceso a una fuente de electrones que les llevará de vuelta al equilibrio.

La mayor parte del calzado es eléctricamente aislante, como son también los materiales de construcción. Por otra parte, muchos de estos materiales nos roban electrones. En consecuencia, pasamos la mayor parte de nuestro tiempo teniendo un déficit de electrones. Esto afecta a la química de nuestro cuerpo de una manera que sólo se está comenzando a comprender. Los estudios realizados en la última década han demostrado que el exceso de carga positiva puede causar inflamación que puede ser reducida mediante el contacto regular con una fuente de electrones libres.

Una forma de aprovechar la abundancia de la tierra de los electrones es ir descalzo sobre tierra, arena, o incluso hormigón. Otra forma es usar calzado que permite a los electrones pasar a través de él. Dentro de la casa podemos cargarnos de electrones con dispositivos o productos de Earthing, tales como sábanas, alfombras o esterillas de Earthing. (Ver productos de Earthing)

La naturaleza de la materia y los electrones

Todo está hecho de átomos y todos los átomos tienen electrones y protones. Los electrones tienen una propiedad muy importante – que son mucho más móviles que los protones y esto permite a los electrones jugar un papel fundamental en todos los procesos que involucran la energía o la química. Los electrones tienen una carga negativa y los protones tienen una carga positiva.

Todos los átomos tienen algún número de protones de carga positiva en el «núcleo» y el mismo número de electrones en el espacio alrededor de ellos. El número de protones de carga positiva determina lo que la sustancia es. Un «átomo» no tiene carga neta, positiva o negativa. Algunos átomos prefieren la compañía de otros átomos y entrarán en «enlaces covalentes» para formar moléculas que no tienen carga. La mayoría de los compuestos que contienen carbono (grasas, carbohidratos y proteínas) tienen enlaces covalentes y sin carga neta.

Cuando el número de protones y electrones son diferentes, el átomo tiene una carga neta y se conoce como un ión. Algunos átomos prefieren ser iones y tendrán una carga positiva o negativa, por lo general, 1, 2, o 3. Los electrones estarán o en faltan o en exceso. Iones atraerán a otros iones con carga opuesta. La carga neta ideal de cualquier sustancia es cero. Cuando los iones están presentes en el agua, el agua es mucho más conductiva que sin ellos. El agua también se ioniza un poco, y la presencia de iones permite que el agua se ionize más fácilmente, lo que la hace más conductora.

Los electrones pueden estar en perfecto equilibrio con protones, en cuyo caso no hay una «carga estática». Sin embargo, varios fenómenos naturales y artificiales pueden causar que los electrones aparezcan en exceso, o, más comúnmente, que escaseen. Esto sucede no sólo a los objetos de nuestra vida, sino también a nuestros propios cuerpos. El desequilibrio de los protones y los electrones da como resultado la»carga estática», lo que hace que se experimenten decargas al tocar personas o a las cosas, cuando el aire es seco. La carga estática se puede reducir simplemente haciendo contacto con la tierra. La tierra tiene una abundancia de electrones y si hay una carga neta positiva, estos electrones son atraídos a los objetos o personas con carga positiva a través de cualquier vía que sea eléctricamente conductora.

¿Cuánto tiempo debo estar conectado a tierra para notar los efectos?

Mientras que los científicos están empezando a comprender los profundos impactos del Earthing o de la conexión a tierra, los estudios realizados hasta la fecha han demostrado varias cosas.

El período de conexión a tierra en los estudios hasta la fecha era de 30 minutos o más, pero muchos cambios se observaron en unos pocos segundos. El cambio más importante, la carga eléctrica de todo el cuerpo (medida por voltaje) puede cambiar por completo dentro de un minuto. Otro cambio que fue rápido fue la tasa respiratoria, tal vez debido a una respiración más profunda. Muchas personas han reportado disminución de sentimientos de estrés durante y después de la conexión a tierra. ¿Qué diferencias va a notar? ¿Va a notar alguna diferencia? ¿Qué impacto tendrá en su vida? Las respuestas a estas preguntas varían de persona a persona, pero sí creemos que se beneficiarán de una carga estática reducida, con independencia de que los efectos puedan ser medidos.

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