A diferencia de los métodos tradicionales, la luz infrarroja cercana (NIR) trabaja con la biología de su cuerpo para crear calor radiante, desde adentro hacia afuera. Al usar las longitudes de onda más cortas del infrarrojo cercano de una manera que imita la luz solar natural, la luz penetra profundamente para elevar la temperatura central más rápido. Puede pensar en ello como una luz roja e infrarroja cercana que apunta y recarga sus baterías celulares: las mitocondrias. Cuando tenemos mitocondrias fuertes y poderosas, también tenemos un  cuerpo poderoso y lleno de energía.

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