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UN INGENIERO, Stanley Watras , que trabajaba en la central nuclear de Limerick, en 1984, en el este de Estados Unidos, descubrió que su cuerpo hacía que se disparase la alarma que controlaba la radiación incluso sin entrar en el recinto de la central.

Cuando los funcionarios se aseguraron de que no estaba absorbiendo radiaciones dentro de la central nuclear, se examinó su domicilio y se descubrió que allí estaba la fuente de la contaminación. ¡Lo que descubrieron disparó una alarma nacional!.

Había estado expuesto a un peligro invisible: el radón

¿El radón?, ¿que es eso? ¿Podría suponer un peligro en mi casa? Quizá se pregunte usted.

Muchos son conscientes de los peligros que plantea la radiación, pero no todos son conscientes de que se puede obtener fácilmente una mayor proporción en la vida cotidiana.

Algunas personas confunden los síntomas de exposición a mayores niveles de radiactividad con signos de otras enfermedades. Deterioro general del bienestar, mareos, dolores corporales, etc.. y las personas están acostumbradas a vincularlos por completo con otras causas fundamentales.

Pero esto es muy peligroso, ya que la radiación puede tener consecuencias muy graves, y una persona pasa tiempo luchando con enfermedades descabelladas. El error de muchas personas es que no creen en la posibilidad de recibir una dosis de radiación en su vida diaria.

¿Qué es el Radón?

Mucha gente cree que están suficientemente protegidos, porque viven lo suficientemente lejos de las centrales nucleares, no visitan en excursiones buques de guerra que operan a base de combustible nuclear, y escucharon sobre Chernobyl solo en películas, libros, noticias y juegos.

¡Desafortunadamente, esto no es así! La radiación está presente en todas partes a nuestro alrededor; es importante encontrarla y averiguar su cantidad y si está dentro de las normas aceptables.

El radón es un gas inodoro e incoloro que pertenece al grupo de los seis elementos químicos llamados gases nobles o inertes, pero difiere de los otros cinco gases nobles en que es radiactivo. Se origina de la desintegración del radio, un elemento radiactivo.

Los primeros requisitos previos para el descubrimiento de este elemento se hicieron a finales del siglo XIX por los legendarios Pierre y Marie Curie. Posteriormente, otros científicos famosos que pudieron aislar el radón puro en 1908, además de describir algunas de sus características, se interesaron en sus estudios. A lo largo de su historia de existencia oficial, este gas cambió muchos nombres, y solo en 1923 se conoció como radón , el elemento número 86 en la tabla periódica.

El radón puede rodear imperceptiblemente a una persona en su casa, piso u oficina. Poco a poco conduce a un deterioro en la salud de las personas, causando enfermedades muy graves.

Es muy difícil evitar el peligro dado que no puede descubrirse por su olor o color. El radón no se distingue del aire circundante, por lo tanto, puede radiar a una persona durante mucho tiempo, como el caso del ingeniero que citábamos al principio.

¿Cómo entra el Radón en una casa?

Una de las fuentes de radón son las capas de suelo que se encuentran debajo de los edificios. Hay muchas sustancias que emiten este gas. Una de ellas es el granito ordinario. Es decir, un material que se utiliza activamente en trabajos de construcción (por ejemplo, como aditivo en asfalto, hormigón) o que se encuentra en grandes cantidades directamente en la Tierra.

La cantidad de uranio que hay en las rocas y en la tierra varía mucho de un lugar a otro. Esto significa que en ciertas zonas puede filtrarse y emanar lentamente de la tierra una cantidad importante de radón.

Si este escapa al aire libre, en seguida desaparece, pero si se da la circunstancia de que está debajo de una casa, puede acumularse allí y filtrarse gradualmente en el sótano de la casa a través de las grietas que pueda haber en el suelo o las paredes, o a través de los sumideros y los desagües.

El caso del ingeniero de la central nuclear de Limerick mencionado en la introducción ilustra el peligro potencial del radón. Se descubrió que se habían colocado los cimientos de su casa sobre un afloramiento de roca que contenía uranio.

La fuente de contaminación era la casa y la increíble acumulación de gas radón que había en su interior era de hasta 100.000 becquerelios por metro cúbico (Bq/m3) de aire, un riesgo para la salud similar a fumar 135 paquetes de tabaco al día. Jamás se habría detectado si él no hubiera estado trabajando en una central nuclear.

Mientras que la EPA (Agencia de Protección del Medio Ambiente) recomienda que se tomen medidas para reducir los niveles de radón en aquellas casas que superen los 148 becquerelios por metro cúbico (Bq/m3) de aire.

El radón es mucho más pesado que el aire. Es decir, cuando entra al aire, su volumen principal se concentra en las capas inferiores de aire. Por lo tanto, los apartamentos de edificios de varios pisos en las plantas bajas, hogares privados, sótanos y semisótanos se consideran lugares potencialmente peligrosos.

Naturalmente, la mayoría de las personas no piensan mucho en algunas características de los materiales de construcción utilizados, y en la estación fría no siempre ventilan las instalaciones. Muchos sótanos no tienen un sistema de ventilación natural o forzada y, por lo tanto, se convierten en una fuente de concentración de una cantidad peligrosa de este gas radiactivo.

Otro problema de los apartamentos modernos son los baños o aseos. Recuerde el diseño de tales locales. Casi siempre, no tienen ventanas hacia afuera, por lo que la ventilación solo es posible a través de campanas generales que pasan por toda la casa. Si están obstruidos, entonces el radón comienza a acumularse rápidamente en tales habitaciones

¿Cómo se detecta el Radón?

Dado todo lo anterior, es importante saber cómo se puede encontrar el radón en la vida cotidiana para comenzar la lucha contra sus efectos nocivos en el cuerpo humano a tiempo.

Afortunadamente, hoy en día hay equipos que se pueden comprar fácilmente en tiendas especializadas y pueden resolver el problema. Ver aquí un medidor doméstico de radón. Los sensores modernos de radón (monitor de radón) son dispositivos compactos y fáciles de usar que son económicos, al menos mucho más baratos que el costo de un tratamiento adicional de una lista de enfermedades peligrosas, que incluyen leucemia y la aparición de tumores cancerosos.

Muchas personas están acostumbradas a tomar el peligro en serio solo si ya ha comenzado a afectar directamente a una persona. De lo contrario, lo tratan con ironía y desconfianza.

Pero son mucho los gobiernos que están tomando cartas en el asunto. La Unión Europea aprobó en 2013 una directiva (2013/59/Euratom) y que por primera vez obliga a los gobiernos a realizar mediciones en lugares de trabajo ubicados en áreas de riesgo y mitigar la concentración de radón en los que se registre un mínimo de 300 becquerelios por metro cúbico, la unidad de medida utilizada con este gas y que equivale a la desintegración atómica que se produce en un segundo.

Los expertos consideran “insuficiente” el “nivel de acción” marcado por la UE (300 becquerelios por metro cúbico), teniendo en cuenta que en Estados Unidos es de 148 becquerelios y que la Organización Mundial de la Salud fija en 100 la frontera del peligro

En EEUU se tomaron medidas contra el radón solo tres años después de aquel incidente con el ingeniero de la Central Nuclear y en Reino Unido los niveles de este gas influyen hasta en el precio de una casa.

¿Por qué es peligroso el Radón?

Por supuesto, una persona cuerda debería estar interesada en este tema, especialmente teniendo en cuenta la actitud seria hacia él, al más alto nivel, que tienen muchos gobiernos en el mundo.

Y el peligro es realmente muy grave. Por ejemplo, los científicos descubrieron que el gas radón es la causa más común de cáncer de pulmón, después de, por supuesto, fumar productos de tabaco. Ahora imagine el efecto que producirá una mayor concentración de este gas en la casa donde vive el fumador. ¡La posibilidad de obtener un diagnóstico muy desagradable aumenta diez veces!.

El objetivo del efecto de RADON es el sistema bronco-pulmonar, incluidas las células del tejido epitelial de las paredes de los pulmones. Al inhalar un aerosol radiactivo, las partículas alfa se depositan en las vías respiratorias y pueden desencadenar cáncer.

Pero los elementos radiactivos afectan no solo a los pulmones humanos. Los científicos han descubierto que el gas radón afecta negativamente a las células inmunes, reproductivas y hematopoyéticas.

¿A qué puede conducir esto? La primera opción es perder la seguridad natural del cuerpo humano, lo que, naturalmente, provoca el desarrollo de una amplia variedad de enfermedades.

La segunda opción es muy peligrosa porque las células afectadas pueden convertirse en la base de una nueva vida, durante la concepción de un niño, que ya no puede nacer completo.

La tercera opción es la leucemia, que tampoco es la enfermedad más placentera, que requiere tratamiento, tiempo y la presencia de una buena cantidad de sufrimiento.

El nivel de efectos nocivos del radón en el cuerpo humano es tan alto que la Organización Mundial de la Salud se ha interesado en este problema. Según su informe, del tres al catorce por ciento de todas las enfermedades de cáncer de pulmón en el mundo están asociadas con la exposición de los humanos a este gas radiactivo en particular. Con una concentración de radón de 100 Bq por metro cúbico en la habitación, el número de casos de esta enfermedad aumenta al 16 por ciento.

Como resultado, la OMS adoptó una resolución que pedía a todos los países del mundo que crearan sus propios programas nacionales para combatir este peligro. En particular, incluye tales elementos:

  • Recomendaciones para mejorar los códigos de construcción, dado el problema del radón.
  • Disminución de las normas permitidas generalmente aceptadas a 100Bq por metro cúbico (en algunos países, esta norma se sobrestima en dos, ¡o incluso cuatro veces!)

Según los resultados de los estudios epidemiológicos de los últimos diez años, con una exposición crónica durante 30 años por cada 100 Bq / m³ adicionales, el riesgo de cáncer (la probabilidad de cáncer pulmonar) aumenta en un promedio del 10% y depende directamente del nivel promedio de actividad de volumen de RADON en el aire.

Un grupo crítico de la población con respecto a la exposición a RADON son los niños.

La disminución de dosis de radiación para niños se debe a:

• tamaño más pequeño del cuerpo y sus órganos, incluidos los pulmones;

• características metabólicas (cuerpo en crecimiento);

• mayor radiosensibilidad de los órganos y sistemas del cuerpo del niño.

Los niños reciben la dosis máxima a la edad de aproximadamente 6 años. El riesgo de desarrollar cáncer de pulmón como resultado de la exposición a RADON en niños de 10 a 14 años es 1.5 a 3 veces mayor que en adultos.

La Información es el Camino hacia la Seguridad

Este es el principio que debe aplicarse para combatir los efectos del radón en los humanos. Y la forma más efectiva de obtener dicha información es el uso de dispositivos especiales que le permiten detectar y registrar la cantidad de gas radiactivo en casas, residencias y salas de trabajo.

Por esta razón en Ricar Earthing hemos incluido en las mediciones de contaminación electromagnética las mediciones de Radón a nivel doméstico.

Y también hemos puesto en nuestra tienda web un medidor de radón de reconocida eficacia y que en una sola hora puede dar datos fiables de las cantidades de gas radón en la habitación e incluso le indica cuando es aconsejable ventilar la habitación por más de 10 minutos.

La ventaja de tener un medidor en casa es que se puede usar de forma continua y ver los picos de radón en distintas épocas del año.

Si una vez hechas las mediciones descubre que su casa tiene un alto nivel de radiación, el problema puede solucionarse. Quizás será suficiente con sellar las grietas de las paredes y el piso del sótano y utilizar ventiladores para mejorar la ventilación.

Si tiene dudas respecto a su casa, haría bien, por su propia tranquilidad, en pedir que se hicieran las mediciones o conseguir un medidor domestico de radón. Llámenos o escríbanos si tiene alguna duda.

¡Nunca ha sido tan fácil descubrir y medir el radón de nuestra casa!

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