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Cuando tenemos equilibrados nuestro sistema simpático y parasimpático logramos que el estrés no nos cause problemas de salud.

Hoy en día hay muchas causas para el estrés y por lo tanto para el desequilibrio. Desde alimentos tóxicos, agua contaminada, el ambiente que nos rodea. relaciones tóxicas, traumas que nuestro organismo ha experimentado incluso antes de nacer, los campos electromagnéticos y un largo etcétera.

Todas esas agresiones físicas o emocionales pueden desequilibrarnos y crearnos problemas de salud puntuales o crónicos. Por el contrario, cuando nos re-conectamos con la tierra, con la luz natural y con nosotros mismos, nos encontramos mejor porque las frecuencias de la tierra y de la luz nos llevan a la armonía, así como la conexión con nosotros mismos a la coherencia.

Por esa razón queremos destacar hoy, con esta publicación, una imprescindible ayuda para conseguir la armonía y el equilibrio en nuestro cuerpo. Nos referimos a los colores de la luz. A este asunto no solo no se le da importancia, sino que es ignorado totalmente por la mayoría de las personas.

Cuando nos paramos a examinar como está diseñado el cuerpo humano vemos que es vital que nuestro organismo reciba cada día una dosis mínima de los colores de la luz.

En la actualidad existen múltiples corrientes médicas, que utilizan la luz o el color en distintas aplicaciones terapéuticas para afecciones orgánicas, y diferentes acercamientos tímidos, para el tratamiento de conflictos o traumas emocionales. Está comprobado, por ejemplo, la relación entre los traumas y emociones con la salud física, por lo que tratar los problemas emocionales o físicos con la luz o el color tiene mucho sentido.

Hay bases científicas bien documentadas sobre los efectos de la luz y el color sobre los distintos procesos biológicos. La luz y los colores tienen frecuencias y efectos de las mismas sobre el organismo. Agregar las frecuencias de la luz y los colores a nuestro arsenal de herramientas puede ser una gran ayuda para vivir en salud.

¿Cómo recibimos los fotones de luz?

Los fotones son las partículas portadoras de la luz responsables de transportar la energía. Recibimos esos fotones fundamentalmente a través de dos medios: La melanina y el ADN.

La melanina es un pigmento natural de la piel y recibe todos los colores del arco iris. Procesa todo el espectro de la luz visible y parte de la luz ultravioleta. El ADN recibe y emite fotones en varias bandas del espectro ultravioleta, pero no en el espectro de la luz visible. Es una antena de resonancia con el sistema solar.

Las células de nuestro organismo se comunican a través de la liberación de neurotransmisores o mensajeros químicos. Pero también se comunican mediante la emisión de luz biofotónica. Todas las células se comunican entre si constantemente por emisiones de luz y ondas magnéticas.

La mayoría de la luz o radiación es invisible (luz ultravioleta, luz infrarroja, etc..) Los colores de la luz que si son visibles van desde el rojo al violeta. Estos son rojo, naranja, amarillo,verde, azul, índigo y violeta.. Cada color tiene su frecuencia y su longitud de onda.

Las ondas más grandes son las del rojo y por lo tanto penetran más en los tejidos. Físicamente los colores solo son diferentes longitudes de onda y diferentes frecuencias. El cuerpo hace un procesamiento de la luz.

La luz entra por los ojos y por la piel. La personas ciegas hacen una recepción esencial de la luz a través de la piel.

Por los ojos, entra a través de la retina donde están las células foto-receptoras, los conos y los bastones. Esto repercute en todo el organismo. Los conos y los bastones de la retina convierten la luz en impulsos eléctricos.

La luz que recibe el cuerpo, carga partículas que viajan por la linfa, la sangre, y los axones de los nervios. La albúmina, una proteína que produce el hígado y que viaja por la sangre, se carga con la luz coloreada y lleva la información a los tejidos lejanos.

En la piel los pigmentos estimulados por la luz, viajan en la sangre y en la linfa en forma de partículas fluorescentes.

Algunos usos de la luz como terapia son bien conocidos:

  • Depresión afectiva emocional
  • Ictericia del recién nacido
  • Afecciones en la piel: psoriasis, vitíligo, dermatitis atópica, etc…

Esto significa que los colores producen un impacto enorme tanto en el metabolismo como en el equilibrio hormonal. Por lo tanto, la luz está directamente relacionada con nuestra salud. Prueba de ello es que el Creador nos ha diseñado con 5 vías nerviosas entre el ojo y el cerebro.

Via 1: El nervio óptico va de la retina a la corteza visual del lóbulo occipital. Informa a la parte consciente del cerebro de lo que ve, sin interpretarlo. Se transforma la luz en impulsos eléctricos que el cerebro interpreta como una imagen.

Vía 2: Va directamente desde la retina al hipotálamo. (Vía retino-hipotalámica.) Explica el efecto del color sobre las emociones y el sistema nervioso autónomo.

Vía 3: Va directamente de la retina a la amígdala (emociones). Explica los cambios bioquímicos en el cerebro por la luz de colores.

Vía 4: Va de la retina al ganglio cervical superior. Hacia abajo: suprarrenal. Hacia arriba: pineal- melatonina. Tiene que ver con el ritmo circadiano noche-día y por lo tanto con la producción de melatonina por la glándula pineal.

Vía 5: Cada color encuentra su camino dentro del cuerpo a las distintas estructuras: cerebro, sistema inmunitario, sistema límbico. sistema nervioso, etc.. ¿Cómo encuentra cada color su camino dentro del cuerpo a las distintas estructuras?

En la sangre: La albúmina, se carga con luz coloreada y lleva esta información a los tejidos. En la piel: Los pigmentos, estimulados por la luz, viajan por la sangre y por la linfa en forma de partículas fluorescentes.

Todas estas sustancias son cargadas por los colores y son transportadas al lugar necesario donde la energía lumínica tiene un efecto organizador y activador en las organelas celulares y en el metabolismo celular (cerebro o cualquier órgano interno).

Esto explica los efectos del tratamiento, del color a través de la piel y de los ojos, sobre las emociones y el sistema inmune.

Por lo tanto utilizar la luz y los colores es una gran ayuda para vivir en salud. Necesitamos la luz y los colores. De ahí que en este Blog hemos hablado reiteradamente de la importancia de cada día exponerse a la luz del sol y que siempre es mejor estar en exteriores. La luz del sol tiene todos los colores que necesitamos.

Ahora bien, cuando tenemos desequilibrios físicos o emocionales, tenemos problemas de salud y el exponernos a un color en particular nos puede ayudar a equilibrarnos y los resultados pueden ser impresionantes. Podemos utilizar los colores para tratar un problema emocional o para tratar un problema físico, o para superar el estrés.

El método de exponer la piel o los ojos a la luz de colores fue creado hace más de 100 años por un científico llamado Dinshah Ghadiali, experto en física y pionero de la cromoterapia.

Actualmente hay disponibles gafas de colores, siendo las más reconocidas por su eficacia las de Espectro Cromo, fabricadas siguiendo las pautas del Doctor alemán Alexander, Son 12 gafas con los doce colores del Espectro Cromo: rojo, naranja, amarillo, lima, verde, turquesa, azul, añil,violeta, purpura, magenta y escarlata. Pueden incluso usarse junto a un CD con la reproducción musical del las frecuencias del color a tratar.

El primer paso es utilizar el color que necesitamos. Si disponemos de las 12 gafas de colores, podemos probarnos una a una empezando por el rojo, pensando en algo negativo que nos haya pasado en el pasado o que nos preocupe del futuro, y determinar con que color nos sentimos mejor. Probamos las gafas desechando las que nos hagan sentir peor y quedándonos con las que nos sentimos mejor. Lo hacemos un par de veces y finalmente, después de las dos rondas, nos quedamos mas tiempo (unos 10,15 minutos) con las gafas del color que nos hace sentirnos mejor al visualizar un problema. Con esas, podemos tratarnos cada día una vez durante unos días.

Luego podemos probarnos de nuevo las gafas y ver cuales son las que nos sientan bien. La razón es que no siempre nos sientan bien los mismos colores una temporada que otra.

Otra forma de escoger el color es conociendo las propiedades de cada color y viendo cuales son nuestras necesidades. Por ejemplo el Naranja o el Amarillo son colores que dan energía al sistema digestivo y al bazo. También dan claridad mental y creatividad.

Hay un Manual de Espectro Cromo que nos dice como usar las gafas según nuestras necesidades. También el libro «Hágase la luz» de Dinshah Ghadiali nos da conocimiento de como usar los colores según Dinshah Ghadiali. Aunque él se refiere a los colores recibidos mediante un foco e irradiados sobre la piel, también por extensión se puede utilizar para los colores que entran por el ojo.

La frecuencia del color necesario llega al órgano que necesitamos mejorar y al cerebro por las 5 vías que hemos mencionado. Si es un problema emocional o de trauma los resultados suelen ser muy rápidos. ¿Recuerdas que hemos mencionado que una vía desde el ojo va a la amígdala?. La amígdala se inflama con las preocupaciones y problemas emocionales. También con recuerdos del pasado que están en el hipocampo. El color apropiado puede calmar la amígdala y ver las situaciones difíciles de otra manera.

También el color apropiado llega al nervio vago y potencia el sistema parasimpático. Incluso si combinamos la conexión a tierra junto con los colores de la luz podemos potenciar mucho el equilibrio de nuestro cuerpo.

Las frecuencias artificiales cada vez más van en aumento y nos empujan al desequilibrio físico y emocional. Pero las frecuencias de la tierra y de la luz nos armonizan.

Probablemente tengas la experiencia de ver colores en tu entorno, o te guste ver un color de ropa en particular en cierto momento, y es como si quisieras seguir mirándolo. Así que, cuando tengamos esa respuesta y veamos ciertos colores donde quieran que estén, y te sientas particularmente atraído por un color, puedes diagnosticarte tu mismo. Puedes descubrir que estás fuera de equilibrio mediante los colores que realmente te atraen.

La idea es poner energía en los distintos sistemas del cuerpo mediante la frecuencia de color que nos ayude a equilibrarnos. Por ejemplo, decíamos antes que el amarillo y el naranja ponen energía en el bazo y el sistema digestivo. También impulsan claridad mental y creatividad. ¿Por qué no cambiar el color de la pared donde trabajamos si queremos equilibramos con el color que necesitamos? o cambiar el color de las fundas del sofá o de los cojines. Cambiar de color las alfombras.

Conocer y comprender los colores es realmente poderoso para nosotros, porque es algo con lo que lidiamos todos los días y, si tenemos alguna dolencia crónica, simplemente agregando algunas cosas a la cocina, o en el hogar, puedes respaldar ese sistema debilitado.

Hasta los colores del alimento influyen poderosamente. El naranja de la calabaza y la batata por ejemplo, que sienta tan bien al estomago, no es casualidad y aumenta la energía del sistema digestivo. Si tienes desequilibrado el sistema de energía del estomago y del bazo, el comer más calabaza de forma regular, nutre directamente ese sistema de energía, mientras que a la vez te deshaces de azucares y harinas refinadas que crean picos de energía y luego caen de repente y necesitas más.

El cuerpo ya sabe como estar completo, solo tenemos que ayudarlo y saber nuevamente que es importante ir a la raíz del posible problema. Darle la luz solar en la primeras horas de la mañana y la ultimas de la tarde de manera constante, al menos un mes, puede ayudarte a ver la diferencia.

Hemos sido creados para vivir y prosperar debajo de los colores que emite la luz solar, así que cuando salimos y tomamos la luz del sol estamos siendo bañados por una luz aparentemente blanca pero que en realidad es una combinación de siete diferentes colores: Rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta.

Luego, cada vez que estás bajo el sol te bañas en esos colores. Ves un cielo azul, pero todos esos colores están dentro de ese cielo y el momento cuando puedes ver todos esos colores espectrales es cuando hay un arco iris en el cielo después de llover. O incluso si estás rociando con tu manguera el jardín bajo el sol, puedes ver esos colores espectrales que se separan de las gotas de agua que quedan en la atmósfera. Y bajo esos colores, Rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta, hemos sido creados para vivir y prosperar bajo el sol.

De modo que que cuando no recibes sol, te estás perdiendo muchos nutrientes vitales que curan nuestro cuerpo físico y energético. Necesitamos todas esas frecuencias de color. Así, no se trata solo de obtener la vitamina D del sol, que también es importante y proviene de los rayos UVB, sino también necesitamos las frecuencias de color que provienen de la luz solar, ya que son una parte integral de la misma. Debería ser un parte integral de tu dieta diaria al igual que la comida y el agua.

Pero a muchas personas les han hecho creer los medios de comunicación que el sol les va a dar cáncer y en realidad es el polo opuesto. Cuanto más evitas el sol, mayor es tu probabilidad de contraer cáncer o cualquier tipo de dolencia cardíaca entre un largo etc..

Hay investigaciones científicas documentadas que muestran la siguientes correlaciones: Menos luz del sol más enfermedad, y más causas de mortalidad.

Poner químicos protectores en la piel evitan el beneficio de la luz solar y los colores. Es verdad que hay cremas naturales pero necesitamos la dosis diaria de luz del sol.

Si uno tiene la piel muy blanca debe de empezar por 5 minutos nada más el primer día e ir aumentando un minuto cada día, desarrollando así poco a poco la melanina en la piel. De ese modo, creará un pequeño factor protector para que al día siguiente puedas estar un minuto más y así sucesivamente, hasta los 20 minutos recomendados de exposición al solo con la menor ropa posible. Si eres de piel morena quizá puedas empezar el primer día por 10 minutos e ir aumentando. Pero queremos el requisito mínimo diario de luz solar que nos da el espectro de colores que nuestro cuerpo necesita.

Podemos disfrutar de la luz solar el resto del tiempo protegidos por la sombra o por la ropa. Pero estar en el exterior el mayor tiempo que podamos en primavera, verano y otoño es fundamental para nuestra salud.

De una manera u otra, pon color a tu vida. Si lo haces, también le estarás poniendo una imprescindible ayuda para tu salud.

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